José llega a su casa con las notas de fin de curso, y se lo anuncia a su madre. La
madre coge las notas, las observa, y exclama:
–¿Quée? ¡Estas notas se merecen una azotaina!
–¿Verdad que sĂ, mamá? ¡Vamos, que yo sĂ© donde vive la maestra!
Marina Jiménez