En un viaje en taxi, un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una
pregunta. El taxista se asusta, grita, pierde el control del coche, casi choca contra
un camión, se sube a la acera y se estampa en un escaparate haciendo pedazos los
vidrios. Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista le dice:
–Mire amigo, ¡jamás haga esto otra vez! ¡Casi me mata del susto!
El pasajero, impresionado, le pide disculpas, y le dice:
–No pensé que se fuera a asustar tanto si le tocaba el hombro.
–Lo que pasa es que es mi primer dÃa de trabajo como taxista…
–¿Ah, sÃ? ¿Y qué hacÃa antes?
–¡Fui chófer de carrozas funerarias durante 25 años!
Ayla Esteban Espinosa (ayela21), campeona de Septiembre 2011