Una vez estaban muchos atlantes reunidos en una junta, ya que estaban cansados
de que todos los chistes fueran acerca de ellos. En eso, el lÃder dijo:
—¡Ya estamos cansados de que hagan chistes de atlantes!
—¡SÃ! — gritaba toda la gente —¡Ya no queremos que todos los chistes sean acerca
de nosotros!
—¡SÃ! ¡Viva! ¡No más chistes de nosotros!
—Y para celebrarlo, que alguien cuente un chiste que NO sea de atlantes.
En eso, entre toda la gente se levanta un hombre y dice:
—Está bien, qué tal éste: estaban dos japoneses, uno se llamaba Manolo y el otro
Venancio…
José Pablo Muñoz Moreno